Cuando en una casa se pierde algo es por culpa de Mamucca. Su pasatiempo favorito es esconder los objetos de los que viven alli: anteojos, llaves, tijeras, chancletas, abrelatas …
Le divierte que la gente se vuelva loca buscandolos. Si vive en una granja, esconde el rastrillo o el balde de ordeñar. En las barracas de los pescadores escabulle los anzuelos. Tambien suele hacer desaparecer al gato, sin importarle si el gato esta de acuerdo.
Nadie sabe como es el Mamucca. No se deja ver. Lo que si se sabe es que vino de Sicilia. La gente de las grutas de Sicilia asegura que usa un gorro de color verde -¡casi todos los de su especie usan gorro verde!-. Sobre la otra cuestion no se han puesto de acuerdo: unos dicen que lleva dos zapatos en un solo pie, y otros que calza los dos pies en un solo zapato. Hace siglos que discuten por este asunto y han llegado a tirarse platos por la cabeza.
Con toda seguridad llego aca en un barco. Lo habra traido algun inmigrante en su bolsillo, en la bocamanga de los pantalones o en el pliegue del sombrero. Lo habra traido sin querer, sin darse cuenta. Porque uno puede mudarse de continente llevando hasta un ropero, pero a nadie se le ocurriria cargar a proposito con algo tan fastidioso como el Mamucca.
Es muy molesta esa costumbre suya de esconder cosas.
La manera de evitarlo -por poco tiempo- es dejarle un colador a mano. No puede resistir la tentacion de contar los agujeros. Como es muy malo en aritmetica, pasa muchas horas ocupado en eso. Hasta que se aburre. Y abandona el colador y las cuentas. Entonces vuelve a las andadas.
A esconder una media sucia, por ejemplo. Que despues aparece en un lugar rarisimo cuando ya todos se olvidaron de la media.
El unico modo de recuperar los objetos es olvidarse de ellos. Olvidarse de que se perdieron y hasta de que existen. Entonces el Mamucca los devuelve.
Claro, eso es mas fácil de decir que de hacer, porque cuando uno quiere olvidar algo es cuando mas lo recuerda. Es como la famosa historia del rey que queria aprender a hacer oro. Le pidió al mago que le enseñara. El mago no queria, pero el rey lo obligó. Por fin le enseñó la fórmula. Sólo que además le dijo: “Para que funcione, no debes pensar en un camello”.
El rey nunca pudo hacer oro: todas las veces se acordaba del camello.
Algo asi pasa con las cosas que esconde el Mamucca: uno no puede evitar acordarse.
Tiene predilecd6n por los tornillos y los bizcochos rellenos. Los tornillos siempre los devuelve. Los bizcochos, nunca.
Tambien hay que estar muy atento con los lapices cuando uno escribe o pinta. Le encantan. Debe ser porque los usa. A veces se encuentran en la casa dibujos hechos por el.
Es muy facil reconocerlos: hace solamente garabatos -¡horribles!-. Es su manera de dibujar a los miembros de la familia. Tambien hace puntitos, que han de ser los agujeros del colador.
Poco mas se sabe acerca del Mamucca.
Algo es seguro: cuando en una casa no se pierde nada, es porque se ha perdido el Mamucca.
Ema Wolf
Clarín, 23 de marzo de 1998
Le divierte que la gente se vuelva loca buscandolos. Si vive en una granja, esconde el rastrillo o el balde de ordeñar. En las barracas de los pescadores escabulle los anzuelos. Tambien suele hacer desaparecer al gato, sin importarle si el gato esta de acuerdo.
Nadie sabe como es el Mamucca. No se deja ver. Lo que si se sabe es que vino de Sicilia. La gente de las grutas de Sicilia asegura que usa un gorro de color verde -¡casi todos los de su especie usan gorro verde!-. Sobre la otra cuestion no se han puesto de acuerdo: unos dicen que lleva dos zapatos en un solo pie, y otros que calza los dos pies en un solo zapato. Hace siglos que discuten por este asunto y han llegado a tirarse platos por la cabeza.
Con toda seguridad llego aca en un barco. Lo habra traido algun inmigrante en su bolsillo, en la bocamanga de los pantalones o en el pliegue del sombrero. Lo habra traido sin querer, sin darse cuenta. Porque uno puede mudarse de continente llevando hasta un ropero, pero a nadie se le ocurriria cargar a proposito con algo tan fastidioso como el Mamucca.
Es muy molesta esa costumbre suya de esconder cosas.
La manera de evitarlo -por poco tiempo- es dejarle un colador a mano. No puede resistir la tentacion de contar los agujeros. Como es muy malo en aritmetica, pasa muchas horas ocupado en eso. Hasta que se aburre. Y abandona el colador y las cuentas. Entonces vuelve a las andadas.
A esconder una media sucia, por ejemplo. Que despues aparece en un lugar rarisimo cuando ya todos se olvidaron de la media.
El unico modo de recuperar los objetos es olvidarse de ellos. Olvidarse de que se perdieron y hasta de que existen. Entonces el Mamucca los devuelve.
Claro, eso es mas fácil de decir que de hacer, porque cuando uno quiere olvidar algo es cuando mas lo recuerda. Es como la famosa historia del rey que queria aprender a hacer oro. Le pidió al mago que le enseñara. El mago no queria, pero el rey lo obligó. Por fin le enseñó la fórmula. Sólo que además le dijo: “Para que funcione, no debes pensar en un camello”.
El rey nunca pudo hacer oro: todas las veces se acordaba del camello.
Algo asi pasa con las cosas que esconde el Mamucca: uno no puede evitar acordarse.
Tiene predilecd6n por los tornillos y los bizcochos rellenos. Los tornillos siempre los devuelve. Los bizcochos, nunca.
Tambien hay que estar muy atento con los lapices cuando uno escribe o pinta. Le encantan. Debe ser porque los usa. A veces se encuentran en la casa dibujos hechos por el.
Es muy facil reconocerlos: hace solamente garabatos -¡horribles!-. Es su manera de dibujar a los miembros de la familia. Tambien hace puntitos, que han de ser los agujeros del colador.
Poco mas se sabe acerca del Mamucca.
Algo es seguro: cuando en una casa no se pierde nada, es porque se ha perdido el Mamucca.
Ema Wolf
Clarín, 23 de marzo de 1998
me encANTA, ESTE CUENTO LO LEIMOS CON MI HERMANA CUENDO ERAMOS CHICAS Y SIEMPRE QUE SE PIERDE ALGO DECIMOS "SE LO LLEVO EL MAMUCCA" HOY NOS ACORDAMOS DE EL POR ALGO QUE SE HABIA PERDIDO Y ENCONTRAMOS ESTE LINDO CUENTO DE NUEVO. MAS TARDE SE LO VOY A LEER A MI HIJO..
ResponderEliminarAdoraba este cuento cuando era chica!!! Lo leí en Jardín de Infantes, qué recuerdos tan lindos :)
ResponderEliminarme traen muchos recuerdos este cuento . se los contaba a mis hijos .me acuerdo que cuando se perdia algo se enojaban con mamuccas o bien le pedian a mamucca que se lo devuelva .gracias por compartirlo
ResponderEliminarEste cuento me tocó el alma Hasta las lagrimas'es muy lindo y hace reír. ..Mi hija Brenda ganó un premio por un dibujo que hizo en el jardín, aunque ella ya no está porque dios la necesitaba a sus 17 años,,,se fue de esta tierra siNo previo aviso, El mamucha fue parte de su vida de niña...
ResponderEliminarrecordaba bagamente este cuento . fue lindo volver a leerlo
ResponderEliminarrecordaba bagamente este cuento . fue lindo volver a leerlo
ResponderEliminarEste cuento me encantó aunque no lo conocí de niña...ahora lo leo con mi hija y nos reímos mucho!!!
ResponderEliminarFabuloso!!!!!!
ResponderEliminarEste cuento marco mi vida ,ahora soy adulta y no puedo olvidar la primera vez que lo lei de adolescente, fue magico y ojala fuese cierto, todo lo fantastico me encanta y adoro este relato y al mamucca por supuesto.
ResponderEliminarQué cuento tan tierno y entretenido! Yo no lo conocí cuando pequeña pero sí lo conoció mi hijo y hasta el día de hoy con 30 años seguimos hablando del mamuca y de las medias que a él se le extravían!!!! Hoy me desaparecieron los anteojos Y me acordé de que el mamuca debe haber estado haciendo sus diabluras en mi casa... Soy una adulta mayor y no me quedé en el tiempo pero conservo intacto mi niño interior además éste como otros cuentos los voy trasladando de generación en generación para que no se pierdan.
ResponderEliminarGane el concurso de aspirineta dibujando el mamuca muy buen recuerdo mi viejo se pierde algo y dice q fue el mamuca
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